Pintura antihumedad, la solución ideal en otoño
Las humedades son un problema muy común y también muy molesto de los hogares, que afecta a la estética y a la estructura, así como a la salud de las personas que los habitan.
Existen diferentes tipos de humedades, según sea su origen. Así, encontramos las humedades por capilaridad, por condensación y por filtración. En todos los casos, la pintura antihumedad se alza como una de las posibles soluciones, sobre todo para zonas propensas como el garaje.
La pintura antihumedad es un material impermeable muy resistente al vapor del agua. Este tipo de pinturas son perfectas para reducir y evitar el moho y la corrosión, eliminan las manchas de humedad, reducir la formación desalitre, permitir a las paredes transpirar y, por lo tanto, que no retengan el vapor, y evitar los desprendimientos.
Están compuestas, principalmente, de resina de silicona, que actúa de repelente para el agua. De este modo, pueden aplicarse sobre todo tipo de superficies (paredes de cemento, yeso, hormigón..). Desde el punto de vista decorativo, las podemos encontrar de diferentes colores o, si se prefiere, aplicarla como base y, posteriormente, cubrirla con otra pintura.
Así, a la hora de aplicarla la pintura antihumedades, debemos comprobar el estado de las paredes. Estas deben estar limpias y, si hay presencia de moho, hay que eliminarlo con lejía y agua. Además, cualquier tipo de desperfecto debe ser reparado. Del mismo modo, si la pintura anterior está en muy mal estado, lo mejor será intentar retirarla aunque, por lo general, podremos pintar encima.
Eso sí, recordad que si tenéis un fuerte problema de humedades ya patente, lo mejor será, además de usar esta pintura,buscar el origen e intentar solucionarlo.
