Pintar la fachada en 7 pasos
Paso 1
Comenzaremos el trabajo saneando la fachada. Después de cubrir las ventanas y el suelo con unos plásticos para no manchar, nos ocuparemos de las grietas. Las cubriremos con una pasta rellenadora, flexible, adecuada para tapar pequeños agujeros y grietas.
Paso 2
Como la pintura existente está bien adherida, conviene efectuar una limpieza previa de polvo por vía seca, barriendo o cepillando la fachada.
Paso 3
Una vez limpia la superficie, vamos a dar color. Queremos conseguir un efecto decorativo de contraste entre la ventana y el resto de la fachada, así que medimos y delimitamos la zona de la ventana con cinta de carrocero corrugada. Esta cinta se adaptará perfectamente a este tipo de superficie.
Paso 4
Daremos dos manos, la primea de ellas muy líquida, diluida en un 30 o 40%; la segunda sin diluir, de un revestimiento texturado, elástico y al agua, que resiste bien la formación de grietas, no se ve afectada por los cambios de temperatura y protege del moho.
Paso 5
Con un rodillo especial para fachadas pintamos toda la superficie a cubrir, excepto la reserva de la ventana, que irá en otro color.
Paso 6
Después, pintamos la mocheta de la ventana y un marco decorativo alrededor de la misma con un tono diferente al del resto de la fachada.
Paso 7
Finalmente, retiramos la cinta de carrocero y los plásticos, y dejamos secar. El resultado salta a la vista.