¡Es hora de pintar tu fachada! Descubre cómo con estos trucos
Pintar una fachada no es algo que se haga a menudo y es importante hacerlo bien para conseguir el mejor acabado. Que sea duradera y se siga viendo bien a pesar de los años y condiciones climáticas es imprescindible. Hoy hablamos de cómo conseguirlo.
En primer lugar, si tu casa fue construida antes de 1978 deberás protegerte a ti y a tu entorno eliminando las partículas de plomo en el aire.
A continuación, deberás deshacerte de todo el moho en las superficies. Asegúrate de limpiarlas bien porque la pintura no se adhiere las paredes exteriores sucias.
El siguiente paso será el de rascar la pintura suelta. Para ello deberás esperar a que la superficie se seque. Para ello, una raspadora manual es la mejor herramienta.
También deberás lijar donde sea necesario para suavizar los puntos ásperos restantes. Deberás tener cuidado y no presionar en exceso, podrías dejar marcas de lija en la superficie.
Analiza los huecos e imperfecciones que encuentres y rellénalos para que quede una superfície lisa. Además, deberás arreglar los problemas de drenaje que hacen que se dañe la superfice.
También tendras que calafatear todas las juntas. Para ello, las masillas acrílicas de poliuretano siliconizadas o de alta calidad le dan a la pintura un aspecto suave y agradable. Para más inri, las juntas apretadas también evitan las fugas de aire y bloquean la penetración del agua.
Y ahora si.... ¡ESTAMOS LISTOS PARA EMPEZAR A PINTAR!
Comenzaremos por aplicar un primer: El primer blanco, gris o tintado proporciona una base uniforme para que los acabados se adhieran.
Después del primer, procederemos a pintar. Para ello, seleccionar la pintura correcta es imprescindible. Aplicaremos las primeras capas y después las superiores. Deberemos tener cuidado también con esto, pintar muchas capas puede ocasionar que la pintura se desprenda, en cambio... menos pintura se adhiere mejor a las capas inferiores.