Aprovechar los trabajos murales para re-pensar la eficiencia energética de un piso
Si bien es verdad que cuando realizamos trabajos de renovación en nuestro hogar el aspecto estético tiene una importancia capital, hay otros elementos que no debemos dejar de lado. Renovar el color de la pintura de nuestros dormitorios, de nuestro salón o quizá de nuestro piso completo es una oportunidad que debemos aprovechar para revisar aspectos más estructurales que pueden tener significativas ventajas en un futuro.
Uno de estos elementos es sin duda alguna la eficiencia energética. En España, el parque inmobiliario ha envejecido, hay muchas casas y pisos que fueron construidos antes de que estas nociones cobraran auténticamente importancia. Desde que a escala europea se ha puesto énfasis en la importancia de cómo usamos la energía y no sólo de cómo la conseguimos para lograr disminuir nuestro impacto en el medio ambiente, este interés se ha manifestado como reglamentaciones, consejos e ideas para mejorar vehículos, industria y también los hogares.
En términos domésticos, todos los pisos y casas que vayan a ser vendidos o alquilados, deben contar con un certificado energético que avale qué tan bien se aprovecha la energía en su interior. Cuanto más satisfactores se obtengan de una unidad de energía, más eficiente será su uso. Para ello, hay que modificar ciertos elementos como por ejemplo, el aislamiento térmico y la caldera que permita producir el agua caliente sanitaria y la calefacción de un piso.
Si nuestro plan es pintar, cambiar los colores y renovar la vida de nuestro piso, lo podemos combinar con una inversión precisamente en aislamiento térmico. Éste puede hacerse de forma interna en los muros o externa con un nuevo revestimiento. Esta última opción puede que disminuya ligeramente la superficie del piso, pero se ganan muchas cosas mejorando este aspecto de la estructura. Se aprovecha mucho mejor la energía invertida en calefacción o ventilación, y de hecho, se saca aún más ventaja del propio calor que ofrece el sol. Una casa o un piso bien aislado térmicamente son eficientes y requiere menos gasto (con lo que se ahorra en facturas).
Asimismo, si nos centramos en la reforma interna, debemos pensar siempre en pintar con colores que aumenten la luz natural, y distribuyan la iluminación para ahorrar en energía. Generalmente los blancos, beige o colores claros, absorben la energía solar y reflejan la luz mejor durante el día. De esta manera podemos disminuir considerablemente el uso de energía eléctrica durante el día y, por tanto, nuestra factura energética.
Así que ya sabes, la próxima vez que decidas cambiar el color de la pintura de tus paredes, reflexiona bien y analiza la posibilidad de mejorar de una vez la eficiencia energética de tu piso. Seguramente es una idea que te dará muy buenos resultados.
Un post de Carla Martínez. Twitter: @carlapazmtz