Con las infinitas opciones que tenemos... y elegir el color para el salón nos trae de cabeza. Lógico: las paredes son la superficie más amplia, por lo que se llevan gran parte del protagonismo. Y es que además el color tiene la capacidad de transformar un espacio al instante: haciendo que se vea más o menos amplio, más cálido o frío, luminoso o sofisticado, por ejemplo. Sí, todo depende del color que escojamos, de la combinación de sus tonos, de si pintamos solo las paredes o también el techo... Nuestras expertas nos responden a todas las dudas que nos asaltan al hacernos la gran pregunta: ¿de qué color pinto el salón? Toma nota, ¡saben mucho!
¿Cuánta luz recibe tu salón y qué iluminación tiene?
El suelo y el techo ¡tienen mucho que decir!
El gran dilema: ¿qué color le va mejor?
¿Mate o satinado?
¿Cómo son tus muebles?
¿Qué estilo tine el salón?
Atrévete: ¿quieres más color?
Trucos de color para ampliar el espacio
No tienes por qué pintar todas las paredes del mismo color. Belén Campos apuesta por pintar dos paredes contiguas de un color más oscuro y las otras dos de uno más claro. Si las paredes no son muy altas, nos aconseja franjas verticales anchas y de dos colores porque elevan el techo. ¿Más ideas? Marta de la Torre propone pintar en un tono neutro y poner un punto de color verde agua o rosa fuerte en la pared del comedor o la del sofá, para llevar la mirada hacia ella. O pintar un rectángulo de un color contrastado en una pared para colocar un cuadro encima y lograr que resalte más.
¿Tu salón es mini? ¡Juega aún más con la pintura! Porque puedes modificar la percepción del espacio con el color y hacer que se vea más alto, más ancho...