Actualizar el estilo rústico
El estilo rústico que tan de moda se puso hace unos años trasladando los ambientes de las casas de campo a la ciudad, sigue estando plenamente vigente. Pero eso sí, dejando atrás el concepto de espacios con pesados y voluminosos muebles de madera oscura, saturados de objetos y con cortinajes que convertían cualquier estancia en la cueva de Alí Babá.
El rústico actual está muy lejos de todo eso. Las nuevas tendencias nos presentan un estilo renovado, con líneas más depuradas y adaptadas a las tendencias decorativas del siglo XXI. ¿Cómo lo conseguimos? Muy fácil. No se trata de renunciar a la esencia de lo rústico. Es decir, podemos seguir optando por muebles de madera maciza, pero eso sí de líneas mucho más rectas y ligeras, combinando muebles oscuros con otros patinados en blanco o colores pastel, tan de moda, y con el poder de aportar luminosidad a cualquier estancia.
Un ejemplo son esas preciosas cocinas rústicas actuales que han dejado atrás los muebles macizos oscuros por otros de líneas mucho más depuradas en colores como el verde, el gris, el turquesa, el blanco, pero sin perder su seña de identidad.
Mezclar estilos está de moda. ¿Por qué no hacerlo con el rústico? Por ejemplo, una mesa de comedor de madera maciza oscura quedará ideal con unas sillas del estilo de las diseñadas por Philippe Starck. Lo importante es mantener el equilibrio a la hora de elegir las piezas para que no quede una combinación de muebles sin sentido.
Podemos integrar también algunas piezas de hierro forjado, tan característicos del estilo rústico, por ejemplo una estantería, una mesa de centro o el cabecero de una cama. Eso sí, si el sobre de la mesa es de cristal o de madera lavada, y a la cama añadimos textiles en tejidos naturales, como el lino o el algodón en todos suaves, habremos acertado de pleno.
Un aspecto a tener muy en cuenta es la elección del color de las paredes y suelos porque es lo que va a marcar el resto de la decoración. Una de las características de la decoración moderna y actual es el aprovechamiento de la luz natural. Para conseguirlo lo ideal es decantarse por el blanco en su amplia gama de tonalidades, que, aunque no lo parezca, existe y da mucho juego.
Un color muy de moda es el gris, que en un tono claro y si optamos por la carpintería de puertas y ventanas en blanco, no puede quedar más bonito.
Para dar un toque diferente también se puede recurrir al papel pintado, que vuelve a estar de plena actualidad. Una posibilidad es utilizarlo en una sola pared, eligiendo un motivo que imprima carácter a la estancia.
Para los suelos siempre es preferible la elección de la madera natural para mantener la esencia rústica. Pero como el presupuesto se nos puede disparar, hoy en día tenemos en el mercado suelos laminados y cerámicos que imitan la madera a la perfección y son más económicos.
Un elemento clave a la hora de planificar la decoración de cualquier estancia son las telas de las cortinas, cojines y la tapicería de sofás y sillones. Simplemente con un cambio de estos elementos podemos dar un aire totalmente distinto a nuestra casa.
Las tapicerías de tonos claros y con estampados pequeños amplían visualmente y dan más luz. Lo habitual es partir de una tapicería lisa para el sofá y combinarla con estampados para los cojines o la butaca. Los tejidos más actuales son el terciopelo, el lino, que se puede elegir con una trama más gruesa para los ambientes rústicos, y también los que imitan el punto, con una apariencia artesana.
Para las cortinas lo recomendable son telas vaporosas en blanco o tonos crema que atraen mucha luz y combinan con todo. El algodón y el lino son los tejidos más prácticos.
Y un último consejo, menos es más. Es preferible elegir menos piezas y mejores.
La autora del post:
Mara Romero es periodista y una apasionada de la decoración, concretamente del estilo shabby.
Puedes visitar su blog Deco Shabby y seguirla en Twitter para estar al día de sus interesantes publicaciones y consejos.
¡Gracias Mara por este estupendo post!